El acné es una enfermedad que por lo general se cura espontáneamente, sobretodo en los adolescentes y los adultos jóvenes, aunque quizá un
10 a 20% de los adultos continúen experimentando alguna forma de éste. La enfermedad se inicia después de los 12-13
años de edad, después del desarrollo o pubertad, debido al aumento en la
producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas.
Las glándulas sebáceas se taponan por la formación de pequeños
quistes, denominados comedones o espinillas, debido a la obstrucción del
orificio folicular por la retención de sebo. La presencia y actividad de una
bacteria llamada Proprionibacterium acnes en el interior de los
comedones libera ácidos grasos libres del sebo lo cual produce inflamación en
el interior del quiste y rompe su pared.
La principal característica clínica del acné es el comedón, que puede ser cerrado (cabeza
blanca) o abierto (cabeza negra). Los comedones cerrados aparecen como pápulas
o “bolitas” blancas de 1 a 2 mm, con aspecto de una arvejita. El contenido de
los comedones cerrados no resulta fácil de exprimir y pueden complicarse con la
formación de quistes o abscesos.
Los comedones abiertos, que rara vez se complican con quistes o
abscesos, presentan un gran orificio folicular dilatado y están repletos de
restos grasosos oscuros y fáciles de exprimir. Los comedones se suelen
acompañar de lesiones inflamatorias: pápulas, pústulas o nódulos.
Las lesiones iniciales en la adolescencia temprana suelen ser
comedones con inflamación ligera o sin inflamación localizados en la frente.
Más tarde, se desarrollan lesiones inflamatorias más típicas en mejillas, nariz
y mentón. La localización más frecuente del acné es la cara, aunque no es raro
que se afecten el tórax y la espalda. En la mayor parte de los casos la enfermedad
es moderada y no produce cicatrices. Sin embargo, un pequeño número de pacientes
presentan grandes quistes y nódulos inflamatorios, que pueden drenar y
ocasionar cicatrices importantes.
Existen factores exógenos y endógenos que pueden modificar la
expresión del acné vulgar. La fricción y los traumatismos pueden romper estos microcomedones preexistentes y desencadenar lesiones inflamatorias,
fenómeno que se observa por lo común con las cintas de cabeza y los cascos de deporte. La aplicación de cremas no recetadas pueden taponar
el folículo y desencadenar o agravar el acné.
Los corticoides, aplicados por vía tópica o administrados por vía oral
o intramuscular en dosis altas, también pueden desencadenarlo.
TRATAMIENTO
TRATAMIENTO
El tratamiento del acné se dirige
a la eliminación de los comedones al reducir la actividad de las glándulas sebáceas y disminuir la
inflamación.
Medidas generales:
- Evitar la exposición al sol el cual estimula el crecimiento de los
comedones o espinillas
- Evitar el uso de cremas sin recomendación médica. Por lo general en el acné se debe de utilizar
son lociones o geles que permiten respirar a la piel
- Evitar la manipulación de los comedones para prevenir su inflamación
- Utilizar jabones exfoliantes como el jabón de arroz por ejemplo
- En lo posible las mujeres que se maquillan utilizar cosméticos
medicados.
Tratamiento farmacológico:
La dermatología clásica sigue los siguientes protocolos:
1. Acné leve: Productos tópicos, como el ácido retinoico,
el peróxido de benzoílo o el ácido salicílico, los cuales modifican el patrón
de descamación de la piel, impidiendo la formación de comedones. Los
antibacterianos tópicos como la eritromicina o clindamicina resultan asimismo
útiles como adjuntos del tratamiento.
2. Acné moderado o intenso con inflamación notable: Se adicionan antibióticos por vía oral como la misma eritromicina o
la tetraciclina. Las mujeres que no mejoran con los antibióticos orales pueden
beneficiarse de la hormonoterapia, los antiandrógenos.
3. Acné con formación de quistes o abscesos que no mejoran con las terapéuticas mencionadas antes se pueden
beneficiar del uso del retinoide sintético isotretinoína. Se han impuesto
restricciones a su empleo por su capacidad de generar fenómenos adversos
graves, en particular teratogenicidad. En
fecha reciente también se ha señalado la posibilidad de que origine depresión profunda
en algunos pacientes, aunque el hecho no ha sido confirmado. Las personas que
la recetan o administran en la actualidad, deben recibir del fabricante
preparación, certificación y etiquetas que se agreguen a cada receta. Con esas medidas se pretende lograr que el
consumidor esté bien enterado de los peligros del fármaco; se requiere que dos
pruebas de embarazo sean negativas en el caso de mujeres que van a emprender el
tratamiento, y que antes de repetir la receta se obtenga resultado negativo en
una segunda prueba. Se debe advertir a todas las pacientes de los riesgos
propios de la isotretinoína, incluida la depresión. Además, los individuos que
la reciben terminan por mostrar sequedad extraordinaria de la piel y quelitis,
y es importante vigilarlos, por la posible aparición de hipertrigliceridemia.
Tal vez el lector se pregunte ¿porque en un blog de medicina natural y
remedios homeopáticos se expone el tratamiento farmacológico del acné?,
pues creo que es necesario advertir a los pacientes que nosotros los
médicos que nos dedicamos a la homeopatía no somos ajenos a los tratamientos
con la farmacología clásica y tampoco, en mi caso particular, estamos
totalmente en contra de la medicina convencional. En el caso del acné, además del remedio homeopático, la planta medicinal o la terapia neural, siempre es beneficioso para el paciente el uso de exfoliantes, protectores solares y en las mujeres los cosméticos anti-acné.
Homeopatía:
En todos los casos de acné, al igual que en el resto de enfermedades,
se debe hacer una historia clínica muy detallada para conseguir el remedio
homeopático más similar a la enfermedad y al enfermo. De esta forma, independiente de si es acné
leve, moderado o severo, la administración del remedio homeopático adecuado va
a llevar al paciente a un equilibrio en la función de sus glándulas sebáceas y
a la curación del paciente.
Autohemoterapia
En casos de acné quístico o con abscesos es la Autohemoterapia una
ayuda valiosa. Por lo regular 4-8
sesiones cada 5-8 dias ayudan a la remisión del cuadro clínico.
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