CÁNCER DE ESTOMAGO
Incidencia y epidemiología
Gracias a Dios, por razones desconocidas, la incidencia y las tasas de
mortalidad por cáncer gástrico han disminuido ostensiblemente en los últimos 70
años. La tasa de mortalidad por cáncer de estómago ha disminuido en Estados
Unidos desde 28 a
5.0 fallecimientos por 100 000 habitantes en los varones, mientras que en las mujeres
ha descendido desde 27 a
2.3 por 100 000. La disminución de la incidencia de cáncer gástrico se observa
en todo el mundo, aunque sigue siendo comparativamente alta en Japón, China,
Chile e Irlanda.
El riesgo de cáncer gástrico es más alto en los niveles
socioeconómicos inferiores, en poblaciones con pocos recursos económicos. Esto no significa que no le pueda dar este cáncer
a personas ricas pero le da con menos frecuencia.
Los emigrantes de países de gran incidencia a lugares de menor
incidencia mantienen su predisposición al cáncer gástrico, mientras que el
riesgo de sus descendientes se aproxima más al del país de inmigración. Estos
datos sugieren que la aparición de cáncer gástrico se relaciona con la
exposición a un factor ambiental, comenzando probablemente en etapas tempranas
de la vida, y se considera que los productos cancerígenos del alimento son el
factor o los factores más probables.
Tipos patológicos del cáncer de estómago
Cerca de 85% de los cánceres de estómago son adenocarcinomas, mientras
que el 15% restante son linfomas y tumores del estroma gastrointestinal.
Los adenocarcinomas gástricos pueden subdividirse en dos grupos:
- Un tipo difuso
en el cual no existe cohesión celular, de forma que las células
aisladas infiltran y aumentan el grosor de la pared del estómago sin
formar una tumoración bien delimitada.
- Un tipo
intestinal que se caracteriza por células neoplásicas cohesivas que
forman estructuras tubulares similares a glándulas.
Los carcinomas difusos son más frecuentes en los pacientes más
jóvenes, se forman por todo el estómago, incluido el cardias, provocan una
pérdida de distensibilidad de la pared gástrica (la denominada linitis
plástica, o aspecto de "botella de cuero"), y tienen un pronóstico
peor. Las lesiones de tipo intestinal suelen ser ulceradas, son más frecuentes
en el antro y en la curvatura menor del estómago, y a menudo vienen precedidas
de un proceso precanceroso prolongado. Aunque la incidencia de carcinomas
difusos es similar en gran parte de las poblaciones, el tipo intestinal tiende
a predominar en las regiones geográficas de alto riesgo mencionadas
anteriormente y es menos probable en las zonas en las que está disminuyendo la
frecuencia de cáncer gástrico. Por tanto, en la etiología de estos dos subtipos
pueden participar uno o varios factores causales diferentes. En Estados Unidos,
la porción distal o terminal del
estómago es el lugar de origen de alrededor de 30% de los cánceres gástricos.
Alrededor de 20% de estos tumores surgen en la parte media del estómago,
mientras que 37% de los cánceres gástricos se originan en la actualidad en el
tercio proximal. El 13% restante afecta a todo el estómago.
Causas
La ingestión prolongada de concentraciones altas de nitratos en los
alimentos:
Desecados,
Desecados,
Ahumados
Salados
Parece acompañarse de un riesgo mayor. Se considera que los nitratos
se convierten en nitritos cancerígenos por las bacterias. Estas bacterias
pueden proceder de una fuente exógena a través de la ingestión de alimentos
parcialmente descompuestos, que se consumen mucho en todo el mundo por las
clases de nivel socioeconómico más bajo.
También las bacterias como Helicobacter pylori pueden
contribuir a este efecto al dar lugar a gastritis crónica, disminución de la
acidez gástrica y sobrecrecimiento bacteriano en el estómago. Se está
investigando el efecto de la erradicación de H. pylori en el riesgo
ulterior de cáncer gástrico en zonas de alta frecuencia. Se puede perder la
acidez cuando las células productoras de ácido del antro gástrico se han
eliminado quirúrgicamente para controlar una enfermedad ulcerosa péptica
benigna o cuando se desarrollan aclorhidria, gastritis atrófica o incluso anemia
perniciosa en el anciano. Las endoscopias repetidas del estómago de los pacientes
con gastritis atrófica han demostrado la sustitución de la mucosa gástrica
habitual por células de tipo intestinal. Este proceso de metaplasia intestinal
puede dar lugar a atipia celular y al final a neoplasia. Debido a que la disminución
de la incidencia del cáncer gástrico en Estados Unidos refleja primariamente
una reducción de los tumores distales y ulcerados, de tipo intestinal, es
concebible que una mejor conservación de los alimentos y la disponibilidad de
refrigeración en todas las clases socioeconómicas haya disminuido la ingestión
alimentaria de bacterias exógenas.
Factores
endógenos que favorecen el crecimiento intragástrico de las bacterias convertidoras
de nitratos:
- Disminución de la acidez gástrica
- Cirugía gástrica previa (período de latencia de 15 a 20 años)
- Gastritis atrófica
- Anemia perniciosa
- ¿Exposición prolongada a la ranitidina o famotidina?
Con el cáncer gástrico
se han relacionado otros factores causales.
- Ulceras
gástricas
- Pólipos
adenomatosos.
Parte de esta supuesta vinculación puede explicarse por una deficiente
distinción clínica entre las úlceras gástricas benignas y los carcinomas ulcerados
pequeños. La presencia de una hipertrofia extrema de los pliegues gástricos (es
decir, la enfermedad de Ménétrier), que da la impresión de lesiones polipoides,
se ha relacionado con una frecuencia llamativa de transformación maligna; sin
embargo, esta hipertrofia no representa la presencia de verdaderos pólipos
adenomatosos. -- Las personas del grupo sanguíneo A tienen
una incidencia mayor de cáncer gástrico que las personas con el grupo sanguíneo
O; es posible que esta observación esté en relación con diferencias
en la secreción de la mucosa, que altera la protección de la mucosa a los
cancerígenos.
- Genéticos:
Una mutación de línea germinal en el gen de la E-caderina , heredada
mediante un patrón autosómico dominante y que codifica una proteína de adhesión
celular, se ha relacionado con la alta frecuencia de cánceres gástricos ocultos
que se observa en portadores asintomáticos jóvenes.
Las úlceras duodenales no se relacionan con el cáncer gástrico.
Usted será más propenso
a padecer cáncer gástrico si:
- Tiene un
antecedente familiar de esta enfermedad.
- Tiene una infección
del estómago por la bacteria llamada Helicobacter pylori.
- Tuvo un pólipo de
un tamaño mayor a dos centímetros en su estómago.
- Tiene inflamación e
hinchazón del estómago por largo tiempo (gastritis atrófica crónica).
- Presenta aenmia perniciosa
- Fuma.
Manifestaciones clínicas
Los cánceres gástricos, cuando son superficiales y curables
quirúrgicamente, no suelen producir síntomas.
Cuando el tumor se hace más extenso, los pacientes pueden quejarse de:
Molestia abdominal superior insidiosa cuya intensidad varía entre una
sensación vaga de plenitud después de ingerir los alimentos y un dolor intenso persistente.
Es muy frecuente la pérdida del apetito, a menudo con náuseas leves, aunque no
es el síntoma de presentación habitual.
Puede terminar por observarse pérdida de peso, y la náusea y el vómito
son especialmente llamativos en los tumores del píloro; las lesiones del
cardias pueden provocar dificultad para tragar o sensación de atoramiento como síntoma
principal. Al examen físico en el consultorio no existen datos exploratorios
precoces de la enfermedad, y el descubrimiento de una tumoración abdominal
palpable indica en general un crecimiento prolongado. Significa eso que solo se puede hacer un diagnóstico
oportuno a través de estudios radiológicos o de una endoscopia.
Los cánceres de estómago se diseminan por extensión directa a través
de la pared gástrica a los tejidos perigástricos, a veces adhiriéndose a órganos
vecinos como el páncreas, el colon o el hígado. La enfermedad se disemina
también a través de los vasos linfáticos o por siembra de las superficies
peritoneales. Son frecuentes las metástasis intraabdominales y en los ganglios
supraclaviculares, al igual que los nódulos metastásicos en el ovario (tumor de
Krukenberg), en la región periumbilical ("nódulo de la hermana Mary
Joseph") o en el fondo de saco peritoneal (cresta de Blumer, palpable
mediante tacto rectal o vaginal); también puede desarrollarse ascitis maligna, situación en que se acumula líquido
excesivo en el abdomen. El hígado es el lugar más frecuente de diseminación
hematógena del tumor.
La presencia de anemia ferropénica en los varones y de sangre oculta
en heces en ambos sexos obliga a buscar una lesión oculta en el tubo digestivo.
Tiene especial importancia esta valoración cuidadosa en los pacientes con
gastritis atrófica o anemia perniciosa. Datos clínicos infrecuentes vinculados
a los adenocarcinomas gástricos son la tromboflebitis migratoria, la anemia
hemolítica microangiopática y la acantosis nigricans.
Como resumen los síntomas son:
- Dolor o llenura abdominal, que puede
ocurrir después de una comida pequeña
- Heces negras
- Dificultad para
deglutir, que empeora con el tiempo
- Eructos excesivos
- Deterioro de la
salud en general
- Inapetencia
- Náuseas
- Vómitos con sangre
- Debilidad o fatiga
- Pérdida de peso
Diagnóstico
El diagnóstico del cáncer gástrico se
realiza practicándole al paciente una endoscopia con biopsia. Con este procedimiento se introduce una
diminuta cámara por el esófago para observar el interior del estómago.
También es pertinente hacer un cuadro hemático
para verificar si hay anemia.
Establecido el diagnóstico de cáncer gástrico
posteriormente se le ordenan al paciente estudios complementarios para
verificar si el tumor se ha extendido hacia los ganglios adyacente, hacia los
tejidos vecinos o incluso a órganos como el hígado.
Tratamiento
La cirugía completa del tumor, con extirpación de los ganglios linfáticos
vecinos, ofrece desde el punto de vista
de la medicina ortodoxa la única posibilidad de curación. Sin embargo, esto
sólo es posible en menos de 33% de los pacientes. En general, el tratamiento
más apropiado en los pacientes con carcinomas distales es una gastrectomía
subtotal, mientras que en los tumores más proximales son necesarias
gastrectomías totales o casi totales. La realización de una disección
ganglionar en estos procedimientos parece añadir riesgo para la aparición de
complicaciones sin aumento de la supervivencia de los pacientes. El pronóstico
después de la resección quirúrgica completa depende del grado de infiltración
del tumor en la pared gástrica y también resulta influido de forma adversa por
la afección de los ganglios linfáticos regionales, por la invasión vascular y
por un contenido anómalo de DNA (es decir, aneuploidia), características que se
observan en la inmensa mayoría de los pacientes estadounidenses. Como
consecuencia, en 25 a
30% de los pacientes a los que puede realizarse una resección completa de un cáncer
gástrico, la probabilidad de supervivencia a los cinco años es alrededor de 20%
en los tumores distales e inferior a 10% en los tumores proximales; las recidivas
continúan produciéndose por lo menos durante ocho años tras la intervención
quirúrgica. Sin embargo, en ausencia de ascitis o de metástasis hepáticas o
peritoneales extensas, se debe ofrecer un intento de resección quirúrgica de la
lesión primaria, incluso a los pacientes que se consideran incurables
quirúrgicamente, puesto que la disminución del volumen tumoral es la mejor
forma de tratamiento paliativo y puede mejorar la probabilidad de obtener beneficios
de la quimioterapia, la radioterapia o cualquier método de tratamiento
alternativo.
El adenocarcinoma gástrico es un tumor relativamente radiorresistente,
y el control apropiado del tumor primario requiere dosis de irradiación externa
que superan la tolerancia de las estructuras circundantes, como la mucosa
intestinal y la médula espinal. Por tanto, la aplicación principal de la
radioterapia en los pacientes con cáncer gástrico se ha limitado a paliar el
dolor. La radioterapia sola tras la resección completa no prolonga la
supervivencia. En una situación de enfermedad quirúrgicamente irresecable
limitada al epigastrio, los pacientes tratados con 3 500 a 4 000 cGy no viven
más tiempo que otros comparables no irradiados; sin embargo, la supervivencia
se prolonga ligeramente cuando se administra 5-fluorouracilo (5-FU) combinado
con la radioterapia. En esta situación clínica, es perfectamente posible que el
5-FU actúe como radiosensibilizante.
La administración de combinaciones de fármacos citotóxicos a los
pacientes con carcinoma gástrico avanzado se ha acompañado de respuestas
parciales en 30 a
50% de los casos, ofreciendo beneficio significativo en aquellas personas que responden
al tratamiento. Las combinaciones de medicamentos por lo general incluyen 5-FU
y doxorrubicina junto con mitomicina C o cisplatino. A pesar de esta alentadora
tasa de respuestas, siguen siendo infrecuentes las desapariciones completas de
las masas tumorales; las respuestas parciales son transitorias, y el impacto
global de este tratamiento con múltiples fármacos sobre la supervivencia ha
sido objeto de debate. El empleo de quimioterapia coadyuvante sola después de
la resección completa de un cáncer gástrico sólo ha mejorado en grado mínimo la
supervivencia. Sin embargo, la quimioterapia posquirúrgica combinada con la
radioterapia ha dado lugar a una disminución de la tasa de recidiva y a un incremento
de la supervivencia.
REMEDIOS
NATURALES Y HOMEOPATICOS:
La alimentación biológica es el pilar del tratamiento médico.
ALIMENTACIÓN EN CANCER DE
ESTOMAGO
Debe predominar el consumo de alimentos derivados
de vegetales, preferiblemente crudos, es decir verduras y frutas todos los días
en abundancia.
Evitar
Carnes frías,
Enlatados,
Bebidas colas
Jugos industriales
Leche y derivados
Productos de panadería
blanca
Carnes rojas,
Sal
Alimentos
favorables
Pescado grasoso
Frutas y verduras en general
Remolacha 1 copa diaria
Zanahoria
Ajo
Limón
Aceite de olivas
PLANTAS MEDICINALES:
El Condurango
El Muerdago
El Te Verde
HOMEOPATIA:
Los mejores remedios son el Arsenicum, el conium y la thuja.
El arsenicum album ha curado casos de cáncer gástrico en algunos pacientes desahuciados. Tuve un caso particular en una paciente de 55 años de edad con el tumor ya extendido al hígado y con una ascitis severa y edema grado III en miembros inferiores. La paciente la encontré en su casa en mal estado general, con salivación excesiva y escupiendo constantemente en un recipiente, con mucho dolor y mentalmente estupurosa. Le receté arsenicum album 30ch 10 gotas diarias y a los 8 días la encontré mentalmente mejor, con menos edema periférico y sin salivación. Siguió con el mismo remedio y a los 2 meses estaba completamente sana. Tuve ultimas noticias de ella dos años después y seguía bien, trabajando en un negocio de zapatos. La gloria sea al Dios de los cielos.
MUY INTERESANTE. GRACIAS POR COMPARTIR SUS ENCUENTROS Y TODA ESA INFORMACIÓN MEDICA. EL SENIOR BENDIGA Y SIGA PROSPERANDO SU VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL. SALUDOS. H. NUNEZ.
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